Fragmentos de la claridad.

Sobre mí,
el rocío
de las palabras.
Sobre vos,
la lejanía
de quien
aguarda
las sensaciones.

No se borran, se desdibujan, brotan en distintas direcciones,
como flores viejas que nunca florecen,
detengo tus pasos
un minuto,
un segundo,
una inmensidad.
Nos sentamos en el más allá

ya no más,
aunque te busque.
Decidirás
por el aire
por la noche, un tanto mía,
llegarás a mí desde
algún lugar lejano.

cercana a la esencia misma,
la luz adormece nuestros sueños
y la oscuridad desaparece.
olvidamos el espacio que nos rodea,
nos sumergimos en el infinito cristal
que dibujamos tiempo atrás.

luz.

Me perdería
en aquel círculo
luminoso
que gira,
da vueltas
y cae.

Con tal de ver
y de sentir
que algo
de lo que intentaba decir,
escuchabas.

Pequeño observar ( escrito viejo )

Mirá cuantas voces perdidas alrededor nuestro. Basta con caminar unos pasos sin girar y ahí están nuevamente para sorprendernos con sus opacos, débiles y crueles colores. Mirá cuantas miradas cálidas y esquivas intentan hablarse bajo un enorme sol que no se atreven a afrontar. Observa como se esconden, pero de qué manera tan sutil intentan descifrarse en un breve instante eterno. Mirá cuantos pasos hacia atrás, se vuelven lentos, casi torpes. Tropezando en las escaleras, en las estacionesde trenes y en las vueltas incesantes del mundo. Mirá cuantas flores en las manos de aquella niña que sonríe, Sus pétalos bailan con la música de las miradas perdidas. Su encanto destruye cada palabra envenenada y su sonrisa es parte de cada tropiezo en el que vuelve a nacer.