viernes, 6 de junio de 2008

Descripción.


Se confunden las palabras silenciosas con los sonidos tenebrosos del afuera.
Una canción por la mitad y niños sumergidos en la oscuridad de las calles.
Un constante decir y un silencio abismal.
Melodías desencontradas participan de la quietud de los instantes,
se vuelve fría la distancia y el aire se precipita espeso,
en ciertas noches, en donde las hamacas permanecen
solas y quietas en el parque y la lluvia no trae mensajes
ni respuestas. Simplemente un ir y venir de voces, ecos de nombres mezclados
con los que se solía llamar a viejos temores.

1 comentario:

Marilí dijo...

Querida Luciela, me gustó mucho lo que escribiste; editaste algún libro?, si es así, me gustaría tenerlo.

Muchas gracias por tus palabras, seguí así!