Recorrido.

Recreo en un tiempo casi invisible,
lo último que dijiste,
cuando mis ojos se abrían.
Tus palabras comprimidas en una figura
de múltiples sonidos.
tus palabras reflejadas en los ojos
y en el agua.
Me impulsan a desconocer
por primera vez el recorrido de
mis sensaciones.

Profunda armonía sin tiempo
hecha en melodías antiguas
y bosques vacíos.

Abro mis manos hacia el cielo
y en los rostros desconocidos
me contemplo
en una mirada.

Destino de las explicaciones

En algún lugar debe haber un basural donde están amontonadas las explicaciones. Una sola cosa inquieta en este justo panorama: lo que pueda ocurrir el día en que alguien consiga explicar también el basural.

Un tal Lucas, Julio Cortázar.

Ojos cerrados.

Con los ojos
llorosos,
se pierde en el último vagón.
Nadie lo percibe, siguen conversando
solos , en silencio, atareados del día
de ayer, que no saben si fue hoy o tal vez mañana.

Con los ojos esconde
la musicalidad de su nombre.
desciende hasta las calles
colmadas de espectros
caminando al derecho y al revés.

Cae en un rostro apenas
olvidado que no recuerda
y así unos segundos.
Una lágrima brilla
y choca con el reflejo de
una ventana.

desaparece, entre sonrisas de papel
un desfile de fantasmas,
recuerda
todo lo que dijiste
cuando aún no habías dicho nada
recuerda tomar su mano
cuando las luces se apaguen
y si aún alguien duda
recuerda leer un cuento
antes de despertar.

sin nombres , ni pronombres, sin números
caminan ahogados.

profundo abismo
la noche se cierra
qué puedes decir

intento saber qué hay ahí.
Todo era mentira
y comienza
a caer solo
y solamente
hay un

espejo
roto.

It dances in the rain, dances in nothing.

You will dance the music that sounds around
When the dawn goes out
and all your lies fall down for if alone
in a sudden emptiness
Silently murmuring the unexpected questions

You will dance, for me, in the night that is discovered alone. You will eat all your lies

I will dance once again, in the invisible rain, where my eyes entrusted in the luck and fell asleep to thI will forget the steps and please, do not return to look what you forgot.

Already it will not have nobody already will have anybody.

Not once not again

I will dance for my words will dance because these construct a castle will dance your absence and you will go away far to speaking with the shades.

Palabras de agua, de arena, de miel.

Los textos siempre están ahí, cuando se los busca. Éste lo perdí hace ocho años, lo volví a encontrar y de nuevo encendió mis pestañas. Vuelvo a copiarlo así no se pierde más y quizá otra persona descubra algo en el, como yo, como nadie, como todos.

" Imaginemos a un pajarillo: por ejemplo, una golondrina enamorada de una jovencita. La golondrina podría, por lo tanto, conocer a la muchacha (por ser diferente a todas las demás), pero la joven no podría distinguir a la golondrina entre cien mil. Imaginad su tormento cuando, a su retorno en primavera, ella dijera: Soy yo, y la joven le respondiera: No puedo reconocerte. En efecto, la golondrina carece de individualidad. De ahí se deduce que la individualidad es el presupuesto básico para amar, la diferencia de la distinción. De ahí se deduce también que la mayoría no puede amar de veras, porque la diferencia de sus propias individualidades es demasiado insignificante. Cuanto mayor es la diferencia, mayor es la individualidad, mayores son los caracteres distintivos y mayores los rasgos reconocibles. En este profundo sentido se comprende el significado del hebreo: conocer a su mujer, refiriéndose a la unión matrimonial; pero cobra un sentido más profundo en lo que se refiere al alma, al carácter distintivo de la individualidad. "

Soren Kierkegaard

Extrañamiento.

Me desperté sobresaltada. El silencio que envolvía el lugar me mantuvo quieta unos segudos. Pensé que era muy temprano y traté de saber para qué me había levantado, pero no encontré respuesta. Mayor fue mi confusión cuando observé el lugar con la visión un poco borrosa. No era mí habitación, ¿en dónde estaba?.

Tratando de pensar, de mirar hacia atrás y recordar, el sueño del que había salido, se confundía con la realidad del oscuro cuarto en el que me encontraba. Me puse de pie con firmeza, sobre los cuadrados que sostenían mis pies y observé con un poco de espanto e inquietud las figuras abstractas que había en las paredes, sus colores brillantes fueron los que primero captaron mi atención, parecían encenderse y apagarse pero aún así no se hacían familiares para mí.

Ese espacio gigante, por momentos me mareaba, mi memoria parecía estar en blanco y solo se me cruzaban algunas imágenes.

Algo que estaba a un costado de la habíación me causó curiosidad, no distinguía que era, parecía una pequeña escalera de mármol blanco con algunos escalones negros. Me acerqué y mis dedos en movimiento daban la sensación de estar corriendo una carrera. Se dejaban llevar y el sonido que comenzó a salir, quebró el silencio. Una profunda melodía que desaparecía cuando mis dedos se quedaban quietos.

Esa música que dormía mis sentidos, me incitó a cerrar los ojos y al abrirlos pude ver con más nitidez el lugar. Efectivamente, sabía que antes no había estado allí. Creí que esa certeza me conduciría a alguna parte pero no, la confusión volvió y me preguntaba ¿ qué hacía yo ahí?

Tan ajena y sin poder recordar cómo llegué.

Creí escuchar que alguien se acercaba, sentí una presencia cerca. Me conduje hacia la puerta pero no encontré a nadie, sólo había unos papeles con figuras de color negro que en ese momento me fue imposible descifrar.

Niñas que ya no le temen a las brujas.

La pequeña muñeca abandonaba el círculo de sombras,
salía desmedida a la luz, dentro de una danza temblorosa,
tinieblas de penas, gestos ahogados en los espejos,
versos gastados en la memoria y estrofas de cantos
indefinibles decoran el encuentro que nunca tuvo lugar
en el mundo real.
Viendo en su mirada un lugar al que nunca tendré acceso,
corriendo el velo de su exagerada belleza, encuentro
un tenebroso abismo.
Me empuja hacia abajo, en donde hay niños contando cuentos,
sin mirada, ni nombre, inmersos en una inocencia perpetua.

Ella y su muñeca abandonada
permanecen dentro de una
canción que surge de la profundidad.
Permanecen en silencio,
contemplan sin medida.
vienen de tan lejos,
quedandosé tan cerca.
simplemente ojos y ausencia,
deseos de ser.

Ella y su muñeca,
caminan los cuerpos
lastimados, opacos, desgastados.
Afirman que ya no le temen
a la hora de las brujas.

Pueden salir, a desangrar
su veneno de espinas
vulgares.

Ella y su muñeca,
descansan en el rocío,
reflejandosé en el agua cristalina,
que emerge de las profundidades.

Fotografía: Lewis Carroll.

Pequeña parte de una canción.

... Y callar

y reír

Salirme de acá ...

aluap

Ella despierta en otro lugar Y no ve nada, corre a olvidar, entra a un jardín al que nadie va. Sueña que el sol solo quiere arder, muere de sed. Sabe que el cielo está por caer, corre otra vez. No siente miedo, no volverá no cree en nada, toca el azar.

Fragmentos de la claridad.

Sobre mí,
el rocío
de las palabras.
Sobre vos,
la lejanía
de quien
aguarda
las sensaciones.

No se borran, se desdibujan, brotan en distintas direcciones,
como flores viejas que nunca florecen,
detengo tus pasos
un minuto,
un segundo,
una inmensidad.
Nos sentamos en el más allá

ya no más,
aunque te busque.
Decidirás
por el aire
por la noche, un tanto mía,
llegarás a mí desde
algún lugar lejano.

cercana a la esencia misma,
la luz adormece nuestros sueños
y la oscuridad desaparece.
olvidamos el espacio que nos rodea,
nos sumergimos en el infinito cristal
que dibujamos tiempo atrás.

luz.

Me perdería
en aquel círculo
luminoso
que gira,
da vueltas
y cae.

Con tal de ver
y de sentir
que algo
de lo que intentaba decir,
escuchabas.

Pequeño observar ( escrito viejo )

Mirá cuantas voces perdidas alrededor nuestro. Basta con caminar unos pasos sin girar y ahí están nuevamente para sorprendernos con sus opacos, débiles y crueles colores. Mirá cuantas miradas cálidas y esquivas intentan hablarse bajo un enorme sol que no se atreven a afrontar. Observa como se esconden, pero de qué manera tan sutil intentan descifrarse en un breve instante eterno. Mirá cuantos pasos hacia atrás, se vuelven lentos, casi torpes. Tropezando en las escaleras, en las estacionesde trenes y en las vueltas incesantes del mundo. Mirá cuantas flores en las manos de aquella niña que sonríe, Sus pétalos bailan con la música de las miradas perdidas. Su encanto destruye cada palabra envenenada y su sonrisa es parte de cada tropiezo en el que vuelve a nacer.

Diciendo sin palabras.

Las hojas guían el paso.
se condensan
en los ojos.

Tu nombre se borra
y en el interior explotan,
todas las palabras
que no supe alcanzar.

En el cielo se dibuja
el último destello.

Decían que se trataba
de una risa apagada, por momentos encendida,
que permanecía
por siempre.

Estrellas.

" Quiero ir a un lugar, donde el pasto
sea naranja"


En círculos, formando figuras,


escapando sin querer
y por un momento.

Se acercan y se borran,
sombras que cambian
de silencio, de forma y de color.

Huyendo de tu espejo,
pareciera como si alguien
escapara de la lluvia, sin dudar.

Sin vuel ta a trás.

Sintiendo la necesidad
de ir tras el viento
que se devora a los días,
pero perpleja siendo
en el presente inmediato,
por momentos,confuso y
por momentos, esencial.

Soñaba en la melodía dejada
de lado, una nada cubierta de todo,
viendo la destrucción de las palabras,
los océanos pérdidos, las manos que se cierran,
los precipicios invisibles, las despedidas inconclusas.

Renaciendo en círculos,

emergen despacio,

historias transformadas en estrellas.

Historias que ahora son estrellas.

Invisible.

"Yo no sé de pájaros, no conozco la historia del fuego. Pero creo que mi soledad debería tener alas" A.p





Invisible para los demás, nuestras palabras formaron un castillo,
el agua espantó voces inciertas. Se hicieron a un lado y un pequeño
círculo se formó. La luz cubría el silencio.

Alguien nos oía desde lejos, como quién huye de una pesadilla.
Alguien se acercó, como quién escucha un cuento para niños.

Invisible para los demás, hasta casi para mí, los recuerdos
se volvieron un instante, similar a otros, pero casi único.
Era solamente un espejo de reflejos nuevos que se encontraban.

Y era el momento de no decir, mirar y ver cómo todo alrededor
cambiaba su curso.
Lo que era, dejó de ser.
y lo qué es, permanece en silencio.

Invisible, la música sonaba
para mí, mientras dormía,
parecía una imagen
de un recuerdo recuperado en el abismo
de los sueños.
Parecía una manera de encontrarme
en medio de la noche repetida.
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Luego volví, repasé las últimas distancias,
caí en la cuenta de tener un secreto,
busqué una llave que nunca encontré,
sentí que alguien podría entrar en cualquier momento,
y preferí anotarlo, quizá mañana ya lo olvide,
aunque esto último tal vez no sea muy cierto.